La contratación de productos adicionales como principal condición para acceder a un préstamo
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria y el destape de la enorme burbuja crediticia que se produjo en España durante la última década dieron pie a una situación donde el acceso a un préstamo o crédito bancario se transformó casi una utopía. Las enormes facilidades que daban las entidades bancarias al usuario para conceder créditos o préstamos se convirtieron en un memorándum de imposiciones, cláusulas y trabas que, actualmente, prácticamente imposibilitan tanto a usuarios como a PIMES endeudarse.
Durante 2013, el 49% de los usuarios del comparador de productos financieros Bankimia solicitó algún tipo de préstamo. De éstos, un 42% lo obtuvo a la primera, un 9% tuvo que acudir a más de una entidad para lograr la financiación y al resto, el 49%, se le denegó.
“En la actualidad, las entidades se muestran más abiertas a la hora de conceder préstamos al consumo o crédito siempre que el cliente tenga una situación laboral y un nivel de ingresos estables, además de un endeudamiento no muy alto”, asegura al respecto el director de negocio de Bankimia, Sergio Fernández.
Entre todos los que pudieron acceder a un crédito, el 91% tuvo que contratar productos bancarios adicionales como condición para recibir el producto de financiación solicitado mientras que al 13% se vio obligado a recurrir a un aval. A otro 11% se les exigió cambiar de banco.
La principal razón esgrimida por los bancos para desestimar solicitudes fue la no adecuación del producto solicitado a la política de la entidad. Un 27% de los clientes a los que se denegó dicen haber recibido esta respuesta por parte de la entidad financiera. Tener pocos ingresos mensuales e insuficientes ahorros fueron la segunda y tercera causas esgrimidas, con un 25% y un 17%, respectivamente. No tener un contrato laboral estable (9%) y estar incluido en una lista de morosidad (7%) fueron otros argumentos.
Según el perfil del solicitante, entre los más jóvenes, de 18 a 29 años, el no poseer suficientes ahorros (27%) ni un trabajo estable (14%) son dos de los principales motivos de la negación. Estos mismos argumentos, y por el mismo orden, suponen el 17% y el 11% de los casos entre las personas entre 30 y 39 años, el 12% y el 7% entre las de 40 y 49 años y el 16% y el 4% entre los mayores de 49 años.
Así se desprende del estudio publicado hoy por el comparador financiero Bankimia, en colaboración con el instituto de investigación de mercados Target-Empirica. La encuesta, a la que respondieron 3.257 usuarios de Bankimia entre el 18 de octubre y el 28 de noviembre de 2013, constata que actualmente el 61% de los participantes tiene algún tipo de producto de financiación contratado.
Además, el estudio también muestra la valoración de los clientes de los tipos de interés que los bancos cobran en las hipotecas. Los datos son negativos: globalmente, las entidades financieras suspenden en esta faceta. Reciben, en una escala de 10 puntos, una valoración de 4,8. El banco mejor valorado a este respecto es Barclays, cuya puntuación media es de un 6,9. También destaca el hecho que, en el ranking de valoración de tipos de interés, dos de las cuatro primeras posiciones son ocupadas por entidades que trabajan exclusivamente en el contexto online. ING, segundo en el ranking, obtiene un 6,6; EVO Banco, cuarto, recibe un 6,5.
Entre los encuestados que muestran intención de cambio de banco, se observa que los préstamos son uno de los principales motivos que justifican esta actitud. El 37% cambiaría de banco con el objetivo de conseguir un préstamo. También un 37% cambiaría con la intención de reducir el tipo de interés que están pagando, actualmente, por sus hipotecas.
Fuente: Fotocasa.es
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