Certificado energético: ¿qué puede ocurrir si se hace la "vista gorda"?
Desde el pasado 1 de junio, los propietarios que quieran vender o alquilar su vivienda deben obtener un certificado energético muchos propietarios están optando por pactar con el inquilino y alquilar la vivienda sin solicitar el documento. Según Finanzas, es la tónica general, pero hay importantes riesgos explícitos a tener en cuenta.
El certificado energético no es un documento barato y su precio puede llegar hasta 300 euros en función del tamaño de la casa y las variables a considerar por lo que muchos propietarios optan por hacer la vista gorda.
Según explica Juan Luis Moraleda, arquitecto técnico de Alquiler Seguro, “por desgracia, este es el caso más habitual en los alquileres”. En las ventas ya prácticamente no se da porque los notarios se están poniendo más estrictos y exigen el certificado. Ahora bien, como recuerda este experto, quienes se salten esta obligación están exentos a una multa económica que podría oscilar entre los 600 y los 6.000 euros. Esta sanción suele recaer sobre los propietarios. De momento, explica Moraleda, “no tenemos conocimiento de que haya habido multas a los inquilinos”.
Pero aparte de la sanción económica, también hay otros peligros. Por ejemplo, como explica Óscar González, de la firma www.certificadoenergetico.es, si un propietario quiere ahorrarse el certificado y alquila la casa a un inquilino que no se lo exige, éste último podría romper cuando quisiera y antes de tiempo el contrato de arrendamiento. ¿Por qué? Pues simplemente bastaría con alegar que el dueño de la casa no puso a su disposición el certificado energético, algo a lo que tiene derecho.
Fuente: Fotocasa.es
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