España, a salvo de la burbuja inmobiliaria que vaticina el FMI

El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de lanzar un seria advertencia sobre una potencial burbuja de la vivienda en aquellos mercados en los que como Brasil, China y Filipinas y, en menor medida, Australia y Canadá y plazas mucho más cercanas a España como Reino Unido, Bélgica, Noruega o Suecia, los precios están creciendo por encima de la media. ¿Hay riesgo de una nueva burbuja en España?

Tras el comienzo de la gran crisis en 2008, la gran burbuja inmobiliaria explotó en España con una enorme intensidad. Primero provocó el colapso de las grandes inmobiliarias y luego obligó a los bancos a tomar el control de las mismas mientras los precios se desplomaban sin descanso en un proceso que todavía no ha terminado. Por lo tanto, la reaparición de ciertos rasgos de burbuja que el FMI advierte en algunos países no afecta a España. ¿Por qué?

En primer lugar, los precios de la vivienda han sufrido un gran descenso situado, según las distintas estimaciones, entre el 40% y el 45%. Ya son siete años consecutivos de caídas que sólo ahora empiezan a moderarse. Con las últimas cifras oficiales en la mano, los precios han descendido un 1,7% en el primer trimestre del año respecto al mismo período del año anterior. Aunque es el recorte más bajo en mucho tiempo y el mercado inmobiliario español están en pleno aterrizaje, el ajuste continúa.

Los síntomas de mejora se amplían también al número de compraventas. La venta de viviendas ha crecido un 48,4% en los tres primeros meses del año. Es el mejor inicio de año desde 2010, según datos del Ministerio de Fomento. Pero las cifras no deben llamar a engaño: comparan con los períodos en los que se puso fin a la desgravación fiscal y la subida del IVA. Por lo tanto, el ladrillo español no está sino rebotando desde el mismo suelo. Y aunque está buscando el punto de equilibrio, tardará aún mucho tiempo en presentar tasas positivas.

La caída del poder adquisitivo de los españoles, el mantenimiento de unas cifras de paro inaceptables y un gran stock de vivienda sin vender -la mayoría en manos de los bancos, que tienen que realizar grandes descuentos para dar salida a este producto- suponen un gran freno para el mercado. En este escenario, los precios no van a subir desde los niveles actuales, lo que aleja cualquier posibilidad de reactivación de la burbuja.

Mucho más si se tiene en cuenta que la concesión de crédito sigue en niveles ínfimos. La financiación barata -los bancos llegaron a prestar a tipos testimoniales del Euribor más el 0,2% en pleno boom- que desató la oleada de compras de viviendas hasta 2007 no volverá. A partir de ahora, el crédito será muy electivo, sólo al alcance de los españoles más solventes. Toda una garantía de que no habrá sobrecalentamiento.

Nada que ver que con mercados que el FMI ha puesto en el rádar, como por ejemplo Canadá, donde el precio de la vivienda está un 33% por encima de su media histórica en relación con lo salarios y un 87% respecto a los alquileres. Y en el Reino Unido, un 27% y un 38% por encima, respectivamente. En España, los precios también sobrepasan las posibilidades de compra del ciudadano de pie, con la diferencia de que en casa los precios hace mucho que dejaron de subir. De momento, la posibilidad de una regeneración de la burbuja en España es cero.

Fuente: Teinteresa.es